El Camino Real de Tierra Adentro es considerado el más antiguo de nuestro continente con una extensión aproximada de 2900 kilómetros, aun cuando no se trata de una vía lineal, sino de toda una zona de influencia. Fue trazado por los conquistadores españoles en tierra continental, probablemente sobre vías que ya eran utilizadas por los naturales de estas tierras, partía desde la Plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México y llegaba a su fin en la Ciudad de Santa Fe en el lejano Nuevo México, pasando por los Estados de México, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Chihuahua.